6 de noviembre de 2010

The Social Network (EUA 2010)

“…No eres un bastardo, pero te esfuerzas mucho en serlo” es una frase con la que se desea explicar el comportamiento del hombre billonario mas joven del mundo, Mark Zuckerberg, creador de la popular pagina del Facebook. Cuando me entere que el director de la película de esta red social era David Fincher, tenía ciertas dudas; porque al ser fan de este director, no entendía en qué lugar colocaría esta historia, hablando del género. Fincher ha demostrado ser un maestro de las historias complejas pero con una gran manera de contar las historias, solo recordemos El Curioso Caso de Benjamin Button, adaptada de forma espectacular con mucho poder en la narrativa o podemos hablar de Seven con el impacto del giro final, que enaltece el trabajo de un Kevin Spacey muy al estilo Hannibal Lecter y qué decir de un Brad Pitt que cuando es bien dirigido puede explotar algo más que su cara bonita, porque también tendríamos que hablar de El Club de la pelea otro clásico del cine moderno, de la cultura pop y con la música de los Pixies de fondo “Where is my mind”, los 90s evolucionaban y un realizador conceptual había nacido.


El mundo quizás podríamos separarlo de forma breve en: personajes despiertos y personajes dormidos. Hay quien solo está esperando ser algo y hay otros que solo quieren ser parte de alguien, la diferencia es quizás mínima pero el resultado es abrumador. Unos son independientes, manejan y manipulan al tener el control de sus vidas, los demás somos seres manipulados por un sistema y solo buscamos adaptarnos a las modas de una época, sociedad de consumo. Aquí es cuando tenemos que hablar de Mark Zuckerberg, un estudiante de Harvard con coeficiente intelectual de 600 IQ, que no podía ingresar a ninguna fraternidad de su escuela y su novia lo había dejado, por su poca sensibilidad o tacto para tratar a las chicas. Eso no lo detendría, todo estudiante de Harvard está buscando una idea que pueda explotar y el la encontraría. Su dolor, mezclado con su obsesión, su capacidad intelectual, lo llevarían primero a hackear la base de datos interna de Harvad y uniria los, ya entonces, facebooks de cada fraternidad dejando en público los datos confidenciales de cada uno de los estudiantes, el primer paso estaba dado, la venganza estaba consumada; 6 meses de castigo se había ganado por violar los códigos de seguridad de la institución, pero ¿hacia dónde iba?, el aun no lo sabía, solo era el dolor que lo llevaba, el despecho, el querer ser alguien para restregárselo al mundo en su cara, él quería tener un universo en el cual el decidiera quien entraría en su vida y quien no, quien lo pudiera lastimar y quién no.



Esto sería el inicio de una de una de las redes sociales que marcarán, para bien o para mal solo el tiempo lo decidirá, a una generación completa. Hoy vivimos en la era del Facebook, hoy proporcionamos al sistema toda nuestra información sin que no las pida, somos un libro abierto que cualquiera puede manipular a su antojo, somos un cheque al portador para la gente que quiera conocernos, contestamos preguntas que no se nos han hecho y entre mas contestamos más nos sentimos parte de este mundo que hoy nos toca vivir. El origen de todo esto es una obsesión, las ganas de triunfar y por supuesto la vida de este joven Mark Zuckerberg tenía que ser llevada a la pantalla grande, tenía que ser contada desde la visión de alguien que maneja muy bien el contexto social de un época, lo hizo en los 90s y hoy está buscando historias que se identifiquen con los jóvenes (en estos momentos está filmando el remake de “Los hombres que no amaban a las mujeres” novela Millenium I, de Steve Largsson), que den un punto de vista reflexivo a algo que para nosotros es tan superficial.

“…detrás de cualquier riqueza, siempre habrá un crimen.” Era la frase con la que inicia la novela de Mario Puzo, El Padrino, la cual es demasiado actual, la película de Social Network nos invita a guardar silencio cuando nadie pregunta, no hables ni des ideas, porque si no tienes la capacidad de lograrlas, siempre habrá un tipo con un IQ de 600 deseoso de escuchar las grandes ideas que tenemos las pequeñas mentes para convertirlas en empresas multimillonarias y no tiene porque ser un crimen, cuando una persona a hablado de mas. No existe el trabajo de equipo, siempre hay una mente que va mas rapido que las demas, los demas somos obreros trabajando dentro de nuestro panal, ¿podra la red social mas famosa del momento darle un Oscar a Fincher?, la respuesta la publicaré en mi facebook.

Volver al Futuro 25 Aniversario (EUA 2010)

El tiempo pasa y todos quisiéramos tener un Delorian para poder viajar en el tiempo, quizás para actuar como Biff Taner o como Marty McFly, uno representa el mal y el otro el bien, la eterna pelea que da vida a nuestra existencia. Recuerdo la segunda parte cuando Biff Taner se roba el almanaque y con ello logra ser el dueño del casino más famoso, su esposa es la mama de Marty, Lorein viuda de Mcfly, ya que había conseguido asesinar a su antes esposo, el mal triunfo en esta ocasión, las calles eran una zona de guerra, la gente se mataba en las calles y todo era un caos. Hoy me pregunto, en mi país, ¿Quién se robo el maldito almanaque?, nuestra actualidad nos hace ver que quizás Robert Zemeckis no estaba tan perdido en la forma de ver el futuro, tal vez se equivoco al creer que los autos vuelan igual que las patinetas, que las casas abren sus puertas escaneando a las personas, pero el futuro de dolor y sufrimiento si es real, es nuestra actualidad. Si el Delorian aterrizara en estos momentos en México la cosa seria igual, balazos por todos lados, temor y el crimen organizado triunfando por las calles ante la guerra inminente de un gobierno que no entiende ni en lo más mínimo del concepto de guerra y mucho menos de cómo pelearla. Sin duda el futuro no es como me lo imaginaba, era mucho mejor en la película, más divertido y más esperanzador. Hoy quisiera volver el tiempo atrás y quitar de las manos el almanaque perdido, según la teoría Zemeckiana, buscar el error, enmendarlo y regresar airoso de la misión. Poder cambiar las cosas, que hoy pasan a mi alrededor aun cuando al final me dé cuenta que modificar el rumbo de nuestros acontecimientos dañen a mas de una persona que tal vez en mi vida conozca, la carga moral ahora me persigue.

Al dar vuelta a la pagina, me doy cuenta que, exista la probabilidad, de que alguien a mi alredor es un viajero en el tiempo, hace poco un cineasta alemán, comentaba que viendo los especiales de la película de “El Circo” de Charles Chaplin en 1929, una mujer hablaba por teléfono celular y ahí está la imagen que todos pueden juzgar. La hipótesis habla de que ya existen viajeros en el tiempo y que alguien decidió viajar a la premier de esta película, muy al estilo “Somewhere in the Time” protagonizada por Cristopher Reeve en una magistral obra sobre viajar en el tiempo, un antecesor fílmico de la saga que hoy comentamos. Por supuesto hace unas cuantas horas otra persona que analizo a conciencia la imagen llego a la conclusión que no era un teléfono sino un aparato para la sordera que tenía ya para esa fecha de 4 a 5 años de existir. Y así podemos escuchar un sinfín de teorías que podrían convencernos por un instante y después entraríamos en conciencia que quizás aun estamos soñando en voz alta, pero sin duda es que si pensamos que puede pasar es porque existió una película que cambio la percepción de las cosas, una historia que revolucionó la forma de escribir guiones en el mundo del cine y esa es Volver al Futuro.


Aun no sé si podre conseguir el almanaque que tanto cuestiono, solo le pido a dios que no sean las manos equivocadas quien se encuentre con ellas, aunque crea que esto ya ocurrió, solo me queda pedir que sea mejor Biff Tanner quien se siga encontrándose con él, bienvenidos al futuro aunque sigan extrañando el pasado.